lunes, 3 de noviembre de 2014

Los cólicos de los bebés lactantes

Los cólicos en los bebés son propios de los lactantes y se manifiestan con un tipo de dolor abdominal intenso, pero inofensivo que, por lo general, comienza aproximadamente a las 2-4 semanas de vida y que desaparece hacia los 3 meses de edad.
El bebé experimenta accesos de dolor cuando grita y encoge las piernas hacia el abdomen. Aparecen a diario al atardecer y duran unas tres o cuatro horas. Desaparecen espontáneamente.

Causas de los cólicos del lactante en los bebés

Recién nacido llora
Son de origen desconocido. Algunos especialistas dicen que se debe a un espasmo de los intestinos, aunque no existen pruebas de ello. Afortunadamente, no todos los bebés que lloran cada tarde padecen un cólico del lactante.
Es habitual que, entre las seis y las doce de la noche, los bebés estén más nerviosos (y los padres más cansados) y se acepta como normal que lloren hasta un máximo de tres horas a las seis semanas de vida, disminuyendo a partir de entonces hasta una o dos horas diarias a los tres meses.

¿Qué hacer cuando el bebé tiene un cólico?

Partiendo de que es un problema de causa desconocida y de que no existe ningún medicamento ni remedio que lo solucione de forma efectiva, contamos con una serie de recomendaciones que pueden hacerlo más leve y fácil de sobrellevar, siguiendo siempre, por supuesto, las indicaciones del pediatra, que quizá crea conveniente empezar por descartar una alergia a la leche.
Por tanto, evita administrar medicamentos para los gases a tu bebé e intenta tranquilizarle masajeándole la barriga, en el sentido de las agujas del reloj, con algunos golpecitos rítmicos en la espalda, tumbándolo sobre el estómago encima de tu regazo o simplemente acunándole, y balanceándole. El movimiento relaja las paredes intestinales y suele calmar su irritabilidad.

Bebés lactantes y cólicos

Y además, si le crias al pecho evita tomar cafeína o bebidas que contengan excitantes. Si por el contrario, toma biberón evita que trague aire durante la toma usando tetinas especiales. Después de la toma, incorpórale siempre para que erupte y si ves que empieza a llorar siempre a la misma hora, sal a pasear un poco antes para que se quede dormido y pase la hora del cólico durmiendo.
Aplica metódicamente todas las técnicas de tranquilización (chupete, movimiento, contacto físico, masaje, música o sonidos) que pueden calmarle. Unas funcionan mejor con unos bebés y otras con otros.
Pasear con el bebé en la mochila portabebes, acunarle o descansar con él acostado sobre el vientre suele ser lo más eficaz. Y, sobre todo, evita ponerte nerviosa por el llanto de tu bebé, una actitud comprensiva y paciente le puede ser de gran ayuda.